Arias predilectas: "Deja que yo llore" (Lascia ch'io pianga) de Handel.
Marcada por el estilo clásico barroco, fue una de las canciones predilectas entre los años 1.600 y 1.700. La cantante céltica Hayley Westenra es la cantante clásica más exitosa en ventas del siglo XXI
Por Anastasia Gubin - La Gran Época
Lascia ch'io pianga, es una canción de estilo barroco readaptada por el compositor “Handel” de la ópera “Ronaldo” (1711). Es una de las “arias” muy célebres de aquella época. En el video aparece cantada por la célebre cantante céltica Hayley Westenra, la cual celebró en abril sus 10 años en la industria musical lanzado su última interpretación: Paraíso.
En Lascia ch'io Pianga, en italiano y que significa “Deja que yo llore”, se aprecia un gran equilibrio. El canto intensifica el habla y la impresión. La canción tranquila, casi se oye como una declamación.
Es al estilo de la época de 1.600 al 1.700, en el cual a simples frases melódicas se les podía agregar 'adornos' de todo tipo.
El cantante es libre de embellecer la línea de canto simple con una serie de adornos vocales si quiere, por lo que varía entre cada intérprete.
En el barroco la fórmula melódica tiende a ser repetitiva, es a menudo como un estado de conversación, de pronunciación y liberándose de la persona misma el intérprete trata de interpretar el texto que se está cantando.
La ópera Ronaldo trata el tema de Jerusalén liberada, del escritor italiano Torquato Tasso (1544-1595).
El escritor describe en la ópera Ronaldo los encuentros entre los cristianos y musulmanes al final de la primera cruzada, durante el asedio a Jerusalén.
El autor Georg Friedrich Handel, nace en Halle el 25 de febrero 1685 y muere en Londres el 14 de abril de 1759.
Es un compositor alemán naturalizado inglés, y el más grande del estilo barroco en toda la historia de la música clásica occidental.
Influenció en gran manera a los clásicos posteriores de Viena, a Haydn, Mozart y Beethoven.
La cantante clásica Hayley Westenra comenzó a actuar a los 6 años y grabó su primera canción a los doce. A los 16 años lanzó su primer CD internacional y alcanzó el Top 10 de popularidad en 11 países. La joven embajadora de UNICEF fue en 2007 la artista clásica más vendida del siglo XXI. En Nueva Zelanda su álbum fue platino 12 veces. Es una de las cantantes predilectas de reyes, príncipes, princesas y presidentes.
Unas líneas de la canción dicen así:
“Deja que yo llore
mi cruda suerte
y que suspire por la libertad”
