LAS FAMILIAS EFECTIVAS SEGÚN STEPHEN COVEY
Los 7 Hábitos de las personas y las familias efectivas.
Los 7 hábitos de la gente efectiva fue un best seller de los años '90. Cada familia es única pero todas son iguales en su fin: ser felices. Con gran visión y sabiduría práctica Stephen R. Covey sintetiza en 7 hábitos las bases para el éxito en la vida familiar. Aunque creamos que todo está perdido, que el abismo con nuestros hijos es insalvable o que nuestro matrimonio es un fracaso, poner en práctica estos principios puede dar un giro inolvidable a cualquier situación.Tiene la lógica del sentido común. Invierta unos minutos para releer estos conceptos de reflexión.
En este mundo turbulento puede resultar complicado tener unas relaciones familiares plenamente satisfactorias y estables. ¿Cómo comunicarnos con cada miembro de la familia? ¿Cómo evitar los malos entendidos? ¿Cómo hacerles sentir que son lo primero de nuestras vidas pese al trabajo, las responsabilidades y la falta de tiempo? ¿Qué está fallando en mi matrimonio?
Stephen R. Covey ( 1932-2012) esposo, padre de 9 hijos y abuelo de 52 nietos demuestra cómo los principios de "los 7 hábitos de su exitoso best-seller Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva" pueden aplicarse a las relaciones familiares.
Y a lo largo de todas sus conferencias difunció un mensaje muy simple: para una vida llena de sentido y de éxito debemos ser personas centradas en los principios.
Covey explica que las familias sólidas no surgen espontáneamente, sino que sus miembros necesitan combinar energía, talento, voluntad, visión y empeño.
Un dilema que tuvo al escribir "Los 7 hábitos de las familas altamente efectivas" fue determinar cuánto de su historia familiar, de sus errorers y sus logros debía compartir.
En cada conferencia transmitía el valor de la familia como su fuente de inspiración. En su mensaje inicial dice: "Al final de la vida nunca os arrepentiréis de no haber cerrado un acuerdo, ganado otro caso o aprobado un examen. Os arrepentiréis del tiempo que no hayas pasado con tu cónyuge, un amigo, un hijo, un padre. Nuestro éxito como sociedad no depende de lo que sucede en la Casa Blanca sino de lo que sucede dentro de nuestras casas. Estoy convencido de que si como sociedad trabajamos con diligencia en todas las otras áreas de la vida, pero rechazamos la de la familia; ésto sería análogo a intentar enderezar las sillas de la cubierta del Titanic mientras se está hundiendo".
El modelo de los 7 hábitos de Stephen Covey puede dividirse entre hábitos personales e interpersonales.
Los hábitos personales –trabajando consigo mismo– son:
Poner primero lo primero: los directivos deben dar prioridad a aquellas actividades que les ayuden a alcanzar sus objetivos.
Afilar la sierra: los directivos son humanos. Necesitan tiempo para descansar, renovarse y actualizarse.
Los hábitos interpersonales –trabajando con los demás– son:
Pensar en ganar-ganar: en el trato con los empleados, los clientes, los proveedores e incluso con la competencia, los buenos directivos buscan siempre un terreno común y una solución que satisfaga a todas las partes.
Comprender primero y después ser comprendido: al igual que los médicos, los directivos deben diagnosticar el problema antes de prescribir su curación.
Sinergizar: la sinergia se produce cuando el resultado es mayor que la suma de las partes. Como en el caso de 2 + 2 = 5. El trabajo en equipo puede hacerlo posible.
Cómo utilizarla
Para ser proactivo, muévase y trabaje hacia el logro de sus objetivos.
No se quede sentado a la espera de que sucedan cosas. Busque oportunidades para influir sobre los acontecimientos y sobre su entorno de trabajo.
Empiece con un fin en mente identificando sus objetivos. ¿Qué quiere realmente en la vida? Piense en sus primeras ambiciones. ¿Qué quería hacer cuando estaba estudiando o empezando a trabajar? Ha llegado el momento de concretar sus sueños. Plasme en un papel sus objetivos a corto (un año), medio (dos a tres años) y largo plazo (más de tres años) y vaya tachándolos a medida que los cumpla.
Ponga primero lo primero e identifique qué actividades laborales le acercan más a la consecución de sus objetivos. En determinadas ocasiones tendrá que hacer otros tipos de trabajo. Y no pasa nada por ello. Pero retome lo importante lo antes posible.
Estar siempre a punto sirve para recordarle que debe cuidarse.
Busque tiempo para relajarse, disfrutar de períodos de descanso, recuperación y poner al día sus habilidades profesionales.
Cuando trate con empleados, clientes o incluso con la competencia, intente ante todo comprender qué dicen. Escuchándolos, conseguirá comprender qué quieren realmente.
En cuanto haya comprendido sus deseos, podrá identificar una solución en la que todas las partes salgan ganando y queden satisfechas. Esto genera confianza, lo que a su vez produce mejores resultados cuando vuelva a tratar en el futuro con estas personas.
Las relaciones que establezca basándose en el respeto mutuo y la igualdad liberarán sinergia más que competitividad y mejorarán los resultados futuros mucho más allá de lo esperado.
Los 7 Hábitos de las personas y las familias efectivas.
Los 7 hábitos de la gente efectiva fue un best seller de los años '90. Cada familia es única pero todas son iguales en su fin: ser felices. Con gran visión y sabiduría práctica Stephen R. Covey sintetiza en 7 hábitos las bases para el éxito en la vida familiar. Aunque creamos que todo está perdido, que el abismo con nuestros hijos es insalvable o que nuestro matrimonio es un fracaso, poner en práctica estos principios puede dar un giro inolvidable a cualquier situación.Tiene la lógica del sentido común. Invierta unos minutos para releer estos conceptos de reflexión.
Stephen Covey, un hombre que "hizo de la enseñanza su principio central
de vida y del liderazgo el principio central de su trabajo". Fue
incluído entre los 25 estadounidenses más influyentes de la revista
Time.
En este mundo turbulento puede resultar complicado tener unas relaciones familiares plenamente satisfactorias y estables. ¿Cómo comunicarnos con cada miembro de la familia? ¿Cómo evitar los malos entendidos? ¿Cómo hacerles sentir que son lo primero de nuestras vidas pese al trabajo, las responsabilidades y la falta de tiempo? ¿Qué está fallando en mi matrimonio?
Stephen R. Covey ( 1932-2012) esposo, padre de 9 hijos y abuelo de 52 nietos demuestra cómo los principios de "los 7 hábitos de su exitoso best-seller Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva" pueden aplicarse a las relaciones familiares.
Y a lo largo de todas sus conferencias difunció un mensaje muy simple: para una vida llena de sentido y de éxito debemos ser personas centradas en los principios.
Covey explica que las familias sólidas no surgen espontáneamente, sino que sus miembros necesitan combinar energía, talento, voluntad, visión y empeño.
Un dilema que tuvo al escribir "Los 7 hábitos de las familas altamente efectivas" fue determinar cuánto de su historia familiar, de sus errorers y sus logros debía compartir.
En cada conferencia transmitía el valor de la familia como su fuente de inspiración. En su mensaje inicial dice: "Al final de la vida nunca os arrepentiréis de no haber cerrado un acuerdo, ganado otro caso o aprobado un examen. Os arrepentiréis del tiempo que no hayas pasado con tu cónyuge, un amigo, un hijo, un padre. Nuestro éxito como sociedad no depende de lo que sucede en la Casa Blanca sino de lo que sucede dentro de nuestras casas. Estoy convencido de que si como sociedad trabajamos con diligencia en todas las otras áreas de la vida, pero rechazamos la de la familia; ésto sería análogo a intentar enderezar las sillas de la cubierta del Titanic mientras se está hundiendo".
El modelo de los 7 hábitos de Stephen Covey puede dividirse entre hábitos personales e interpersonales.
Los hábitos personales –trabajando consigo mismo– son:
- Ser proactivo: los directivos deben aspirar a influir sobre los acontecimientos y el entorno en el que trabajan;
- y no limitarse a permanecer sentados a la espera de que sucedan cosas.
Poner primero lo primero: los directivos deben dar prioridad a aquellas actividades que les ayuden a alcanzar sus objetivos.
Afilar la sierra: los directivos son humanos. Necesitan tiempo para descansar, renovarse y actualizarse.
Los hábitos interpersonales –trabajando con los demás– son:
Pensar en ganar-ganar: en el trato con los empleados, los clientes, los proveedores e incluso con la competencia, los buenos directivos buscan siempre un terreno común y una solución que satisfaga a todas las partes.
Comprender primero y después ser comprendido: al igual que los médicos, los directivos deben diagnosticar el problema antes de prescribir su curación.
Sinergizar: la sinergia se produce cuando el resultado es mayor que la suma de las partes. Como en el caso de 2 + 2 = 5. El trabajo en equipo puede hacerlo posible.
Cómo utilizarla
Para ser proactivo, muévase y trabaje hacia el logro de sus objetivos.
No se quede sentado a la espera de que sucedan cosas. Busque oportunidades para influir sobre los acontecimientos y sobre su entorno de trabajo.
Empiece con un fin en mente identificando sus objetivos. ¿Qué quiere realmente en la vida? Piense en sus primeras ambiciones. ¿Qué quería hacer cuando estaba estudiando o empezando a trabajar? Ha llegado el momento de concretar sus sueños. Plasme en un papel sus objetivos a corto (un año), medio (dos a tres años) y largo plazo (más de tres años) y vaya tachándolos a medida que los cumpla.
Ponga primero lo primero e identifique qué actividades laborales le acercan más a la consecución de sus objetivos. En determinadas ocasiones tendrá que hacer otros tipos de trabajo. Y no pasa nada por ello. Pero retome lo importante lo antes posible.
Estar siempre a punto sirve para recordarle que debe cuidarse.
Busque tiempo para relajarse, disfrutar de períodos de descanso, recuperación y poner al día sus habilidades profesionales.
Cuando trate con empleados, clientes o incluso con la competencia, intente ante todo comprender qué dicen. Escuchándolos, conseguirá comprender qué quieren realmente.
En cuanto haya comprendido sus deseos, podrá identificar una solución en la que todas las partes salgan ganando y queden satisfechas. Esto genera confianza, lo que a su vez produce mejores resultados cuando vuelva a tratar en el futuro con estas personas.
Las relaciones que establezca basándose en el respeto mutuo y la igualdad liberarán sinergia más que competitividad y mejorarán los resultados futuros mucho más allá de lo esperado.
LA IDEA DE DIOS.http://laideadedios.blogspot. |