Capilla Buffo
(Un lugar oculto en Córdoba)
LLena de misterio, espiritualidad, amor, arte y también muerte, esta maravillosa capilla hace honor a la tierra cordobesa de historia y tradiciones donde fue erigida.
Visitarla es sentir a cada paso el legado de Guido Buffo que la construyó por amor a su desaparecida esposa, con arte, filosofía, y conocimientos científicos, como nadie lo podría haber hecho mejor.
Injustamente es aún deconocida por los argentinos, quienes deberían obligarse a visitarla al menos una vez en su vida, con la garantía de no salir de ella sin haber sentido algo realmente inexplicable sito entre la admiración y la curiosidad, para seguir investigando sobre la disciplina espiritual del construcctor.
En este verano que se acerca lo invitamos a que vaya a verla con su familia , será el mejor día ganado en sus vacaciones.
A siete kilómetros de Unquillo, en la reserva Los Quebrachitos se encuentra el que acaso sea uno de los mayores monumentos al amor de esta provincia (no olvidemos el que Barón Biza le hizo a Myriam Stefford en Alta Gracia)...: la capilla Buffo.
Se trata de una construcción de forma ojival enmarcada en una típica postal serrana. Fue realizada por el italiano Guido Buffo en la década de 1940 luego de perder a su esposa Leonor y su hija Eleonora.
Profundo conocedor de la arquitectura, astronomía, metafísica, música y filosofía entre otros conocimientos, se inspiró en los elementos naturales de ese entorno para realizar la construcción.
Su arquitectura está desarrollada a partir de la forma de los capullos de cardo santo; para su acústica, pensó en el sonido que se siente al invertir un caracol de mar, ya que según este investigador podría escucharse el interior de la tierra. En ella se combinan símbolos cristianos, de la Grecia clásica y esotéricos
Guido Buffo llegó a Argentina desde la ciudad italiana de Treviso, donde nació, en 1910. En 1914 se casó con Leonor Allende, periodista cordobesa. En Rosario donde residían nació su única hija, Eleonora en 1917.
Fue aproximadamente en 1928 que adquirieron el predio en el Valle de los Quebrachitos, Unquillo y comenzó la construcción de la casa donde se instalaron con el fin de que ambas mujeres superaran la tuberculosis que les afectaba.
No obstante en 1931 falleció su mujer y una década después su hija. Así comenzó la construcción de una cripta funeraria que le insumió nueve años. En ella se manifiestan sus conocimientos artísticos y científicos.
La cripta de base circular tiene una cúpula ojival con una gran acústica que ya mencionamos, mientras haces de luz destacan las pinturas según la rotación del sol.
Desde afuera, 35 escalones separan la entrada de una suerte de explanada hecha en la montaña. Cuatro columnas sostienen la cúspide. Tardó nueve años en construirse (1941-1950) y en sus vitrinas, Buffo decidió que se guardaran las pertenencias más queridas por la pareja.
Es curiosa la presencia de tres péndulos, entre ellos el de Foucault que solía utilizar para adelantarse a los movimientos sísmicos. En efecto, en 1945, instaló el primer péndulo de Foucault que convirtió el recinto en un centro que pudo predecir sismos con 48 y 72 horas de antelación. Mientras terminaba la capilla su estado de salud empeoró y dejó unas palabras de despedida: "Necesito mantenerme en un estado de paz espiritual y quietud mental? Insisto en mi llamado de atención para que otros científicos, jóvenes, no anquilosados, continúen este estudio".
Frescos renacentistas del cosmos y de pasajes de la vida de ambas mujeres son conmovedores mientras en el exterior se lee la partitura de la Quinta Sinfonía de Beethoven y la oración de Jesús en el huerto, según San Mateo, hoy virtualmente desaparecidas por el paso del viento.
Buffo murió en 1960 y hasta entonces se dedicó a pintar, transcribir párrafos de sus libros y transformar la capilla en una oda a la creación y a la memoria de su familia. Durante ese tiempo trabajó sobre los andamios todos los días.
Nada fue casual, en todo manifestó su formación y dejó una simbología.
Hoy los restos de los tres integrantes de la familia reposan en el lugar.
La Casa Museo y Capilla Buffo invitan constantemente a visitar la exposición de objetos pertenecientes a la familia Buffo Allende. Dibujos, escritos, planos, obras de arte y libros recuperados recientemente pertenecientes a esta familia se encuentran a la vista de los visitantes.
Este circuito pedestre está ubicado en el predio de Villa Leonor, detrás de la capilla, conjuga la poesía con el paisaje natural. A medida que se recorre el sendero se pueden conocer los poemas de Leonor Buffo Allende (seudónimo de Eleonora Buffo Allende, hija del genial artista).
Algunos videos del lugar...
Se trata de una construcción de forma ojival enmarcada en una típica postal serrana. Fue realizada por el italiano Guido Buffo en la década de 1940 luego de perder a su esposa Leonor y su hija Eleonora.
Profundo conocedor de la arquitectura, astronomía, metafísica, música y filosofía entre otros conocimientos, se inspiró en los elementos naturales de ese entorno para realizar la construcción.
Su arquitectura está desarrollada a partir de la forma de los capullos de cardo santo; para su acústica, pensó en el sonido que se siente al invertir un caracol de mar, ya que según este investigador podría escucharse el interior de la tierra. En ella se combinan símbolos cristianos, de la Grecia clásica y esotéricos
Guido Buffo llegó a Argentina desde la ciudad italiana de Treviso, donde nació, en 1910. En 1914 se casó con Leonor Allende, periodista cordobesa. En Rosario donde residían nació su única hija, Eleonora en 1917.
Fue aproximadamente en 1928 que adquirieron el predio en el Valle de los Quebrachitos, Unquillo y comenzó la construcción de la casa donde se instalaron con el fin de que ambas mujeres superaran la tuberculosis que les afectaba.
No obstante en 1931 falleció su mujer y una década después su hija. Así comenzó la construcción de una cripta funeraria que le insumió nueve años. En ella se manifiestan sus conocimientos artísticos y científicos.
La cripta de base circular tiene una cúpula ojival con una gran acústica que ya mencionamos, mientras haces de luz destacan las pinturas según la rotación del sol.
Desde afuera, 35 escalones separan la entrada de una suerte de explanada hecha en la montaña. Cuatro columnas sostienen la cúspide. Tardó nueve años en construirse (1941-1950) y en sus vitrinas, Buffo decidió que se guardaran las pertenencias más queridas por la pareja.
Es curiosa la presencia de tres péndulos, entre ellos el de Foucault que solía utilizar para adelantarse a los movimientos sísmicos. En efecto, en 1945, instaló el primer péndulo de Foucault que convirtió el recinto en un centro que pudo predecir sismos con 48 y 72 horas de antelación. Mientras terminaba la capilla su estado de salud empeoró y dejó unas palabras de despedida: "Necesito mantenerme en un estado de paz espiritual y quietud mental? Insisto en mi llamado de atención para que otros científicos, jóvenes, no anquilosados, continúen este estudio".
Frescos renacentistas del cosmos y de pasajes de la vida de ambas mujeres son conmovedores mientras en el exterior se lee la partitura de la Quinta Sinfonía de Beethoven y la oración de Jesús en el huerto, según San Mateo, hoy virtualmente desaparecidas por el paso del viento.
Buffo murió en 1960 y hasta entonces se dedicó a pintar, transcribir párrafos de sus libros y transformar la capilla en una oda a la creación y a la memoria de su familia. Durante ese tiempo trabajó sobre los andamios todos los días.
Nada fue casual, en todo manifestó su formación y dejó una simbología.
Hoy los restos de los tres integrantes de la familia reposan en el lugar.
La Casa Museo y Capilla Buffo invitan constantemente a visitar la exposición de objetos pertenecientes a la familia Buffo Allende. Dibujos, escritos, planos, obras de arte y libros recuperados recientemente pertenecientes a esta familia se encuentran a la vista de los visitantes.
Este circuito pedestre está ubicado en el predio de Villa Leonor, detrás de la capilla, conjuga la poesía con el paisaje natural. A medida que se recorre el sendero se pueden conocer los poemas de Leonor Buffo Allende (seudónimo de Eleonora Buffo Allende, hija del genial artista).
Algunos videos del lugar...
Cómo llegar a Unquillo
Fuente: http://www2.lavoz.com.ar/suplementos/turismo/07/12/09/nota.asp?nota_id=142244
Envío de la notícia : Profesora Martha Núñez Vanderhoeven
Investigación de campo: Rodolfo Fajardo
Equipo editorial de La Idea de Dios