El hongo de la inmortalidad
Las setas
comestibles son tan sorprendentes e interesantes desde el punto de vista
nutricional, que a algunos ejemplares se les atribuyen cualidades casi
mágicas
Las setas son sorprendentes. Su sabor y su aroma son
exquisitos, su contenido en diversas vitaminas y minerales es
considerable, y algunas de ellas son incluso alucinógenas o venenosas.
No es de extrañar, por tanto, que la imaginación humana despliegue sus
alas y encontremos afirmaciones a favor de propiedades extraordinarias
de las setas, propias de
cuentos de hadas. Es el caso de las que
sugieren que una seta llamada Ganoderma lucidum (más conocida como "lingzhi" o "reishi") puede frenar el avance del cáncer y nos puede volver nada menos que inmortales.
Como su popularidad parece que va en aumento, es conveniente
revisar la
veracidad de las declaraciones que acompañan a esta seta.
Las setas son nutritivas, pero no mágicas
Además de mejorar el color, aroma y sabor de nuestros platos, las setas
son una fuente nada despreciable de diversas vitaminas, minerales y
antioxidantes. Las
tablas de composición nutricional de los alimentos informan de que
su ingesta puede ayudarnos a cubrir los requerimientos de nutrientes como la riboflavina (B2), la niacina (B3), el ácido pantoténico (B5) o el zinc.
En 2009, se constató que
algunas de ellas contienen vitamina D,
sobre todo si se cosechan en estado salvaje o si reciben luz solar
directa. Es una vitamina importante para la salud de los huesos, y
presente en pocos alimentos (por suerte, la podemos sintetizar si
exponemos nuestra piel a los rayos del sol con moderación). El tipo de
vitamina D de las setas es diferente a la hallada en los animales, pero
su aprovechamiento por nuestro cuerpo es muy similar, según detalló en
2011 el
Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.
Sea como fuere, en el ámbito sanitario hacen falta pruebas fehacientes
antes de emitir una recomendación dirigida a la población general, por
lo que aunque las entidades reputadas sí reconocen las propiedades
nutricionales de las setas, ninguna de ellas respalda afirmaciones que
sugieran beneficios extraordinarios para la salud gracias a su consumo,
como las que acompañan a la seta
Ganoderma lucidum.
La seta de la juventud, atribuciones sin sustento científico
Conocida como "lingzhi" o "reishi", la seta
Ganoderma lucidum
es venerada desde hace más de mil años en el este de Asia, donde
todavía hoy ciertos colectivos le atribuyen propiedades medicinales. En
la actualidad es muy fácil hallar informaciones que detallan decenas de
beneficios gracias al consumo de esta seta, que abarcan cualquier
patología típica de Occidente, desde la
diabetes y la
hipercolesterolemia, hasta, cómo no, el
cáncer.
El más impresionante de ellos es el que sugiere que aumentará nuestra
longevidad hasta límites inimaginables, al apodar a esta seta como "el
hongo de la inmortalidad".
Lo cierto es que la base de datos de estudios biomédicos PubMed incluye hoy por hoy
muy pocos estudios en humanos, bien diseñados, en relación a las propiedades para la salud de la seta
Ganoderma lucidium.
Ninguno de ellos sustenta sus propiedades antienvejecimiento. Con
respecto a su supuesta capacidad de hacer frente al cáncer, una revisión
sistemática de la literatura científica publicada en la revista
Cochrane Database of Systematic Reviews
en junio de 2012 no halló pruebas que justifiquen el uso de esta seta
en pacientes con esta enfermedad. Puede consumirse por estos pacientes,
dado que no presenta claros efectos adversos, pero de ninguna manera
como sustituto de los tratamientos oncológicos que sí han mostrado
eficacia. Tal y como detalló el artículo
'¿Existe una dieta para curar el cáncer?',
un patrón de alimentación saludable puede ayudar a prevenir la
aparición de diversos tipos cáncer, pero en ningún caso puede curar un
cáncer una vez instaurado.
¿Existen riesgos de consumir esta seta?
Si bien no están claros los hipotéticos beneficios para la salud de tomar altas cantidades de
Ganoderma lucidium,
sí se han estudiado las posibles interacciones farmacológicas de esta
seta o de sus extractos. Se trata de una cuestión importante, dado que
gran parte de la población adulta española consume medicamentos a
diario. Así, un análisis de las revisiones sistemáticas relacionadas con
las interacciones plantas-fármacos, publicado en la edición de marzo de
British Journal of Clinical Pharmacology, halló que la seta
Ganoderma lucidium puede interaccionar con los anticoagulantes o antiagregantes plaquetarios, o con los antiinflamatorios.
Lo natural, como se puede observar, no siempre es sinónimo de
sano o inocuo.
En todo caso, cuando se habla de setas es imprescindible recordar que
cada año se producen en España decenas de casos de personas intoxicadas
debido a recoger del bosque setas peligrosas. Es preciso un buen
conocimiento de las setas para saber distinguir las comestibles de las
tóxicas
(hay más de un centenar).