En el mundo de los millonarios, no sólo existe lo que los medios dicen, hay mucho más dinero que es imposible de cuantificar debido a su rápido y exponencial crecimiento.
21 billones de dólares.
Esa es la cantidad de dinero que está repartida en distintos “paraísos fiscales” que los multimillonarios utilizan como caja fuerte. Ahí se libran del pago de impuestos y aseguran que su riqueza que, por razones que aun los mortales no conocemos, es difícil de cuantificar, esté intacta y libre de obligaciones fiscales.
Mientras los gobiernos suprimen parte del presupuesto público, los superricos (menos de 10 millones de personas) manejan su dinero habilidosamente para que estas medidas no afecten su fortuna.
En un informe de Tax Justice Network se afirma que la fuga de dinero, perteneciente a los millonarios, impacta asombrosamente en la salud económica de un país.
Debido a la magnitud del fenómeno, distintas economías se ven afectadas por los también llamados offshore que, además de ofrecer atractivos planes de manejo y ahorro de efectivo, intervienen en las operaciones financieras internacionales y locales.
James S. Henry, autor del libro The Blood Bankers, mapeo información en el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, bancos locales y centrales , entre otros, y encontró que los 21 billones de dólares son solo una parte de la fortuna que queda libre de impuestos, también existen propiedades, yates, autos, obras de arte, joyas, que están exentas de cualquier obligación fiscal.
En The Blood Bankers, Henry plantea y analiza distintos aspectos de este fenómeno que paraliza al fisco de distintas naciones.
- 1.Todo reside sólo en 0,001% de la población mundial
Según datos de la investigación, un tercio del total de las fortunas y casi la mitad de todo el dinero offshore, es propiedad de solo 91 mil personas. ¿Quiénes son ellos? Más allá de datos de Forbes, el informe señala que algunas de estas personas son magnates chinos dedicados a la industria inmobiliaria y desconocidos personajes de Sillicon Valley.
- 2.Es difícil saber dónde está el dinero
En la actualidad, offshore no es un lugar físico, incluso cuando en países como Singapur y Suiza ofrezcan servicios en residencias físicas seguras y fiscalmente interesantes para los más ricos del orbe.
Para Henry, la riqueza offshore es algo nominal, hiperportatil y multijurisdiccional y no un lugar en el que específicamente puedas guardar tu fortuna. Aunque hay que aclarar la diferencia entre “paraísos intermedios”, que la gente asocia a paraísos fiscales como las Islas Caimán o Nassau, y los “paraísos de destino” que ofrecen estabilidad económica.
- 3.La desigualdad como termómetro
De acuerdo con Heather Stewart de The Guardian: “No hay absolutamente ninguna duda de que las estadísticas sobre la renta y la riqueza de los de arriba disminuyen la magnitud del problema”.
Distintos medios constantemente revelan las cifras sobre las fortunas de los millonarios, pero esto, en realidad, es una tomada de pelo, ya que en estas cifras no están incluidos los miles de millones de dólares que están perdidos en algún lugar paradisiaco. Lo que significa que las fortunas de Carlos Slim y Bill Gates resultan más cuantiosas de lo que te han hecho creer.
- 4.Los países endeudados en realidad no lo están
De 139 países de ingresos medios y bajos, da como resultado una deuda de 4 billones de dólares a finales del 2010, pero considerando todo el dinero offshore, los países tendrían una deuda negativa de 10 billones, lo que significa que en realidad no es pobre, sino todo lo contrario, pero, para desgracia de la mayoría de la población, estas deudas recaen en las personas de clase media y baja.
Según el economista Thomas Piketty, “la riqueza depositada en paraísos fiscales es probablemente de un monto que permite a Europa transformarse y crecer de manera rápida y vertiginosa.
Resulta imposible saber con exactitud las cantidades de dinero que conforman el offshore, pero Henry estima que si los 21 billones de dólares no declarados ante el fisco obtuvieron rendimientos del 3%, por suponer, el dinero se incrementaría estrepitosamente. Pero aún existen más posibilidades de que esto crezca: impuestos sobre plusvalías, impuestos a la herencia, entre otros…
LA IDEA DE DIOS.