Los valores universales, tales como la paz y el amor, son innatos en la ESENCIA de cada PERSONA. Traen calidad y dignidad a nuestras vidas. Por ese motivo, los valores son quizás nuestra posesión más valiosa. Le dan brillo a la vida. Es la verdadera evolución.
Nadie puede robar esa propiedad, ni destruirla. Los valores no pueden perderse, son de la ESENCIA, le pertenecen al SER.
Los valores, sin embargo, pueden ser negados. Pueden quedar enterrados bajo la influencia negativa de otros y del mundo. Es cuando alguien no es reconocido en sus valores fundamentales. Algunos, por el contrario, hablan mucho de los valores, pero, les falta o los tienen muy escondidos. Algunos quieren cambiarlos por simpatía o belleza con que lo dotaron.
Los valores van creciendo en el transcurso de las existencias, hay que atravesar por pruebas difíciles de superar, pero una vez logradas, no se pierden nunca jamás y su crecimiento se potencia por el crecimiento de la FE.
Esto nos da la altura y el alcance que tiene cada uno de nosotros, su atracción se llama carisma, que no hay que confundir con magnetismo. Carisma es la atracción de los valores de un SER, magnetismo es la atracción de su personalidad, en especial de su YO.-
