La LIBERTAD es PODER HACER o no hacer, una cosa.
Es la POTENCIA de hacer o no hacer una cosa, es lo contrario a IMPOTENCIA, aunque esta palabra esté siempre referida a una sola cosa, es a todo.
La IMPOTENCIA es querer hacer o no hacer algo y no poder.
El SUPREMO impuso en su IDEA la Ley de la Libertad, pero el HOMBRE coarta la libertad del HOMBRE, o sea que el HOMBRE que coarta la libertad está contra la Ley del PADRE.
Así como la libertad es una ley, el SUPREMO impuso también La Ley MORAL y su resultante es el KARMA, otra Ley.
En la premisa que Cristo impuso en su venida: “Amáos los unos a los otros”, que los Esenios se lo inculcaron desde su nacimiento y que él lo desarrolló como nadie en el Planeta, está impresa la DOCTRINA DE LA LIBERTAD.
Si nosotros amamos al otro, no tenemos que coartarle la libertad por causa de nuestra propia libertad. De lo cual se desprende: no hagas al prójimo lo que no te gusta que te hagan a vos. O lo que se usa en el DECRECHO: la libertad termina donde comienza la libertad de los demás.
Si todos cumpliéramos con este precepto, el mundo sería otro y daría gusto vivirlo.
¿Dónde encaja la guerra en todo esto? Sin embargo no se concibe un Estado que no tenga FFAA, no cabe en la mente de ningún político del mundo, organizar un estado sin FFAA, esa es la hipocresía de HIPOCRILANDIA.
La LIBERTAD del HOMBRE es todo un problema para la FILOSOFIA, que da origen a la Ciencia Política, para el HUMANISMO no es un problema porque está sustentado por la REVELACION DIVINA y la Biblia como parte de esa GIGANTE REVELACION.
No obstante hay que estudiar porque las distintas interpretaciones dan como resultado discrepancias insolubles en algunos casos.
Una cosa es lo que el HOMBRE quiere hacer y otra es lo que HOMBRE debe hacer. Entre el querer y el deber esta la MORAL que si no cumplimos con los preceptos estaremos coartándole la libertad a los demás.
