RENDEZ VOUS FILM CORTO POR CLAUDE LELOUCH.
UNA FERRARI EN UN PARÌS CASI DESIERTO DE UN SÁBADO DE SEMANA SANTA Y UN FINAL MUY FRANCÉS.
En agosto de 1978, hace 33 años...,
El cineasta francés Claude Lelouch, adaptó una cámara de cine, giroscópicamente estabilizada, en el frente de una Ferrari 275 GTB e invitó a un amigo, piloto profesional de Fórmula 1, a hacer un trayecto por el corazón de Paris, al amanecer, a la mayor velocidad posible. La película debía durar 10 minutos y el trayecto sería de Porte Dauphine hasta la Basílica de Sacre Coeur. Lelouch no consiguió permiso para interrumpir el tránsito en ninguna calle de su peligroso recorrido. El piloto completó el circuito en 9 minutos, llegando hasta los 260 kilómetros por hora en ciertos momentos. El film muestra como lo hizo, violando semáforos en rojo, esquivando peatones y vehículos y entrando a algunas calles de contramano. El sol todavía no había salido. No se sabe si el piloto fue René Arnoux o Jean Pierre Jarier. Las malas lenguas dicen que el piloto era Arnoux. Cuando exhibió la película por primera vez en público, Claude Lelouch fue detenido, pero nunca reveló el nombre del piloto de Fórmula 1 que manejó el coche y la película fue prohibida, pasando a circular "underground".
Si ustedes no la vieron, aprovechen y cliqueen en el link de más abajo. Son 9 minutos para aguantar la respiración. Vale la pena viajar en el corazón de Paris a bordo de una Ferrari 275.
UNA FERRARI EN UN PARÌS CASI DESIERTO DE UN SÁBADO DE SEMANA SANTA Y UN FINAL MUY FRANCÉS.
En agosto de 1978, hace 33 años...,
El cineasta francés Claude Lelouch, adaptó una cámara de cine, giroscópicamente estabilizada, en el frente de una Ferrari 275 GTB e invitó a un amigo, piloto profesional de Fórmula 1, a hacer un trayecto por el corazón de Paris, al amanecer, a la mayor velocidad posible. La película debía durar 10 minutos y el trayecto sería de Porte Dauphine hasta la Basílica de Sacre Coeur. Lelouch no consiguió permiso para interrumpir el tránsito en ninguna calle de su peligroso recorrido. El piloto completó el circuito en 9 minutos, llegando hasta los 260 kilómetros por hora en ciertos momentos. El film muestra como lo hizo, violando semáforos en rojo, esquivando peatones y vehículos y entrando a algunas calles de contramano. El sol todavía no había salido. No se sabe si el piloto fue René Arnoux o Jean Pierre Jarier. Las malas lenguas dicen que el piloto era Arnoux. Cuando exhibió la película por primera vez en público, Claude Lelouch fue detenido, pero nunca reveló el nombre del piloto de Fórmula 1 que manejó el coche y la película fue prohibida, pasando a circular "underground".
Si ustedes no la vieron, aprovechen y cliqueen en el link de más abajo. Son 9 minutos para aguantar la respiración. Vale la pena viajar en el corazón de Paris a bordo de una Ferrari 275.
EDICION : DANIEL BARUC
Este video que nos puede entretener y cultivar, al menos para saber cómo es París en vivo y sobre un auto difícil de tener en la vida real y que nos da la sensación de ir hasta 260 Km por hora, sin tener en cuenta el riesgo al que expusieron tanto el mentor como el conductor todo para darnos un gusto que responde a las sensaciones producidas por el YO, tiene su lado negativo.
Si hacemos una abstracción de la satisfacción producida y nos ponemos a pensar en el error emanado por Lelouch y también del contratado conductor para realizar semejante peripecia, llegamos a la conclusión de que son inútiles las sensaciones cuando se pone en riesgo aunque sea solo una vida, no sólo la del conductor que estaría pagando con su culpa, sino de los inocentes transeúntes y vehículos que pasaron por un riesgo sin saberlo porque la fortuna los favoreció. Un pequeño error en los cálculos o haber tenido la mala fortuna aleatoria que estaba dentro de los cálculos a priori, hubiera sido una verdadera catástrofe, todo para saciar las sensaciones del YO.
Nuestro Cuerpo es prestado para cumplir una MISION, la misión de cada uno demuestra la altura alcanzada por el SER. Si lo exponemos a la muerte para satisfacer el YO ¿qué altura alcanzó ese SER?
