Para entender el mecanismo de acción de la alquimia, es necesario entender que el ser humano está conformado por cuerpo, mente y alma.
“Es imposible sanar una enfermedad sin haber llegado simultáneamente a esas tres esferas, esto es importantísimo. Porque si una de ellas quedara desprotegida, se transformaría en una nueva enfermedad mucho más agresiva y degenerativa. Mediante la Espagiria llegamos a las tres. La acción fundamental de este mecanismo lo lleva adelante la presencia de un elemental… Ahora bien, ¿qué es un elemental?”, pregunta, misterioso.
Vibración sanadora
“Todo en la naturaleza, todo lo que nos rodea, es vibración. Y un elemental es un campo vibratorio que vibra con una frecuencia similar a la de la inteligencia humana, es decir, que tiene interpretación humana, lo podemos entender. De manera que todos los compuestos de la naturaleza están dotados de un elemental, y a su vez, cada uno de ellos responde a una capacidad de curar. Lo que hace la alquimia es tomar ese elemental y llevarlo a su máxima potencia sanadora.”
La energía más sutil del ser humano
“Los medicamentos alquímicos, dado que el comando lo lleva a cabo la presencia sutil de un elemental de la naturaleza, actúan no sólo en el plano orgánico y funcional, como ocurre con la medicación clásica, alopática, y en los planos orgánico y mental (como sucede con la homeopatía), sino que, en simultáneo, actúan con la energía más sutil del ser humano: el alma.”
Celave vuelve sobre el tema y aclara que cuando el ataque con medicamentos se lleva a cabo sobre una sola dimensión, por ejemplo, el órgano (alopatía), o sobre dos dimensiones (órgano y mente, como ocurre en homeopatía), no se completa el proceso de eliminación total de la enfermedad en sus tres estados fundamentales, dejando una puerta abierta a la posibilidad de reconstrucción de la enfermedad, y más aún, de su mutación a otra más peligrosa y agresiva que la primera, pues la primera sigue intacta en la dimensión (o plano) espiritual.
“A veces me preguntan qué enfermedades puede tratar la alquimia. La respuesta es que se pueden tratar todas, pero los éxitos más significativos están dados en las autoinmunes, como cáncer, Parkinson, depresión, fibromialgias, HIV, artrosis y artritis y ataque de pánico, por nombrar algunas de ellas.
El diálogo interior
“Otra pregunta frecuente es si es necesario suspender un tratamiento tradicional para aplicar alquimia: la respuesta es que no. Pero, difícilmente, los medicamentos ortodoxos actúen sobre la parte espiritual y mental del individuo. Los medicamentos alquimios sí lo hacen. Sacan los conflictos desagradables del inconsciente y los llevan al nivel consciente para que puedan ser superados a través del diálogo interior, el arrepentimiento, el análisis, el perdón y la comprensión, dejando de ser un factor de perturbación psicológica.”
FUENTE : Luis Aubele / CLARIN