El Gobierno de Estados Unidos ordena a su industria eléctrica que se prepare para la tormenta solar del siglo.
Se trata de la segunda fase de implementación de la Orden FERC 779 para la protección de la Red Eléctrica norteamericana de posibles fenómenos extremos del clima espacial.
Segunda fase de implementación de la Orden FERC 779 para la protección de la Red Eléctrica norteamericana de posibles fenómenos extremos del clima espacial.
Tal y como ha venido informando nuevatribuna.es, el Gobierno de Estados Unidos continúa desplegando amplios esfuerzos para proteger adecuadamente su red eléctrica nacional para caso de la temida repetición de una tormenta solar extrema como la de 1859 (el conocido “Evento Carrington”), cuyas consecuencias hoy día podrían resultar “catastróficas”, según informa la Agencia Reuters.
Así, según estimaciones del Departamento de Energía del Laboratorio Nacional de Oak Ridge, una nueva “tormenta solar del siglo” (“a 1-in-100 year solar storm”) podría llegar a causar fallos y daños permanentes en hasta 300 transformadores, lo que podría suponer la interrupción del suministro eléctrico durante meses “o incluso años”, dejando a cientos de millones de personas sin electricidad sólo en América del Norte.
Ante todo ello, la Agencia Federal FERC (U.S. Federal Energy Regulatory Commission), elaboró y finalmente emitió en mayo de 2013 la Orden 779 que contemplaba distintas actuaciones de obligado cumplimiento por parte de la industria eléctrica de Estados Unidos a dos fases, y que habrían de quedar después sujetas a duras sanciones en caso de incumplimiento por las compañías eléctricas, en lo que ha sido interpretado como un pulso del Gobierno Obama al lobby eléctrico ante esta concreta cuestión para que haga los deberes ante no pocas protestas por las adicionales inversiones que serán precisas en medidas de seguridad y en virtud de lo cual todo operador eléctrico deberá contar con un plan de seguridad para saber enfrentar un posible evento extremo del clima espacial y caída en cascada asociada.
Estas serían las actuaciones en cuya "segunda fase" se estaría ahora una vez definido un protocolo de seguridad a tres puntos por la NERC.
Inversiones y medidas coercitivas en el ámbito de los planes de autoprotección industrial –que serían de obligado cumplimiento por las compañías eléctricas para caso de una posible tormenta solar extrema o evento EMP– difíciles hasta de imaginar en el panorama español actual.
Desde el Observatorio del Clima Espacial de la Asociación Española de Protección Civil para el Clima Espacial y el EMP, aplauden la medida: “La confirmación clara y suficiente de que efectivamente estaría a punto de producirse una tormenta geomagnética de tal magnitud que apenas se tendrían 30 minutos de anticipación. Y llegado ese escenario, con sólo 30 minutos de margen, contar o no contar con protocolos predefinidos claros, de aplicación inmediata y coordinada supondría salvar o perder vidas, literalmente".
"Lamentablemente -continúan- en este momento seguimos sin contar con tales protocolos a escala nacional y ni tan siquiera con protocolos que contemplen la específica protección y total aislamiento y desconexión temporal respecto de la red eléctrica de las instalaciones nucleares y el posterior mantenimiento autónomo de su refrigeración durante semanas o meses, el tiempo que fuese preciso y a cualquier precio".
"Más aún. Este mes de marzo de 2014, el próximo día 13, se cumplirá justamente el 25 aniversario de las tormentas solares de Quebec. Lo que significa el 25 aniversario de los primeros incidentes nucleares causados por una tormenta solar y verificados por la propia Comisión de Regulación Nuclear EEUU".
"Y en particular el 6 de marzo se cumplió el 25 aniversario de la inmensa llamarada solar X15 de 6 de marzo de 1989, la sexta mayor llamarada solar jamás detectada por la tecnología satélite del hombre. Sin previo aviso. Un buen día el sol desencadenó dicha inmensa X15, dando inicio a una fuerte actividad solar que terminó desencadenando el Evento Quebec de 13 de marzo de 1989.
Y 25 años después seguimos sin haber aprendido ninguna lección de esto. En marzo de 1989 los operadores de la docena de centrales nucleares afectadas en mayor o menor medida no sabían ni lo que estaba pasando y hoy, 25 años después, en marzo de 2014, si esto se repitiese fuera de Estados Unidos-Canadá seguirían sin saberlo sin todo ese trabajo que han estado haciendo allí FERC, NERC, y NRC y que en Europa y España lleva varias décadas de retraso".
uente/ Nuevatribuna.es El Foro Económico Mundial advierte del riesgo internacional de una tormenta solar extrema
Se suma así a las advertencias de la OCDE, la NASA, la Organización Meteorológica Mundial, Naciones Unidas, y hasta cuatro de las mayores aseguradoras mundiales (Zurich, Lloyds, Allianz y Aon Benfield).
El Foro Económico Mundial ha reconocido en su reciente informe de riesgos para 2014 las "tormentas geomagnéticas", comunmente conocidas como "tormentas solares", como uno de los concretos peligros naturales que podría desencadenar una gran catástrofe de magnitud internacional.
Dicho reconocimiento es del todo inédito y el Foro Económico Mundial nunca antes había reconocido tal riesgo de forma expresa como lo hace ahora. Aunque no es el primer organismo económico internacional que reconoce la realidad de la situación de riesgo potencial a este respecto.
La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, integrada por 34 Estados miembro) tras un informe monográfico en 2011 sobre el clima espacial también declaró el riesgo de tormenta solar extrema como uno de los cinco grandes peligros potenciales para la humanidad y reconoció la necesidad de prevenirlo adecuadamente, en la misma línea que había venido haciendo NASA, o la Organización Meteorológica Mundial; particularmente desde que la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos elaborase en 2008 el que sería el primer gran informe internacional en esta materia, alertando a la comunidad internacional.
Los propios asesores científicos de los Presidentes Barak Obama y David Cameron firmaron conjuntamente un artículo desde el New York Times intentando concienciar a la comunidad internacional sobre la realidad de este riesgo, y hasta cuatro de las mayores compañías aseguradoras del planeta como Zurich, Lloyd's, Allianz, o Aon Benfield han insistido en las graves implicaciones de distinto tipo, incluido el riesgo para las centrales nucleares, de una posible tormenta solar extrema que nos golpease, como tambien ha reconocido por su parte la NRC, o Comisión de Regulación Nuclear de Estados Unidos.
Sin embargo, desde entonces, y tras cinco años de advertencias de la seriedad de las referidas y desde todo tipo de sectores institucionales y científicos, incluida la Comisión Europea o Naciones Unidas, casi todo sigue por hacer en la mayoría de los países, con apenas un puñado de excepciones.
Una de ellas es Estados Unidos, dónde en febrero de 2010 tuvo lugar en Boulder, Colorado, el primer gran simulacro atlántico de tormenta solar extrema organizado por FEMA y NOAA, y con la participación de la Comisión Europa y varios gobiernos de nuestro entorno, pero entre los que no estuvo España pese a haber sido invitada, no dando, de hecho, inicio los esfuerzos españoles en esta materia hasta finales de marzo de 2011 con las Primeras Jornadas Técnicas sobre el Clima Espacial organizadas por el Ministerio del Interior y la Dirección General de Protección Cvil y Emergencias y la creación del Observatorio del Clima Espacial y el Sistema de Alerta Civil para el EMP (SACE) apenas unas semanas después, el 16 de Abril de 2011 con lo que poco a poco fue abriéndose camino la comprensión de este nuevo riesgo natural entre distintas instituciones españolas y la propia ciudadanía.
En Estados Unidos todas estas acciones se verían seguidas, además, del simulacro militar "En la oscuridad" ("In the Dark"): "Planificación Militar para un Evento Catastrófico para las Infraestructuras Críticas", llevado a cabo en la Academia de Guerra por parte del Comando Norte del Ejército de los Estados Unidos con la participación conjunta de los principales expertos civiles en la materia y, meses después, tendría lugar el primer gran simulacro nacional desde el Capitolio de los Estados Unidos después del cual Barack Obama terminaría reconociendo formalmente las tormentas solares como una de las grandes "amenazas para la seguridad nacional de los Estados Unidos" en la actualidad siendo mucho más recientemente el gran simularo de campo de "apagón continental" denominado "Grid EX II", un escenario nunca antes visto y en el que participaron no sólo autoridades de EEUU, sino también de México y Canadá.
¿Qué es, por tanto, lo que está sucediendo realmente con todo este nuevo riesgo global, cada vez más reconocido pero cuyas efectivas medidas preventivas no terminan de ser puestas en práctica?
Desde el Observatorio del Clima Espacial explican que "por mucho que el propio Foro Económico Mundial ratifique y reconozca ahora lo ya tantas veces reconocido - que el riesgo natural del clima espacial en sus dos vertientes de máxima o mínima actividad es un riesgo muy real -, el hecho es que "las instituciones se muestran principalmente aturdidas, desbordadas, ante un riesgo de esta magnitud e implicaciones".
"Y ello es así porque, realmente resulta difícil hasta pararse a reflexionar sobre el hecho de que éste pueda ser un riesgo tan cercano, y que todo esto, realmente, está pasando y puede llegar a desencadenarse de verdad, por lo que se tiende a producir una suerte de mecanismo psicológico de bloqueo, dónde se confunde el hecho de que afortunadamente estamos ante un riesgo de baja probabilidad con el hecho de que de desencadenarse y no haberlo prevenido de manera normal a causa de ello mismo, iríamos del mal escenario de partida a uno muchísimo peor, con unas consecuencias potenciales que en ocasiones nos han quitado el sueño por la noche".
"Seguimos sin estar preparados dentro y fuera de España a demasiados niveles, e incluso las buenas prácticas de autoprotección familiar, las más cercanas a nosotros mismos y que no dependen de nadie más, son dejadas de lado no obstante todo lo anterior, y a pesar de haber sido formuladas ya al menos las primeras recomendaciones concretas y oficiales a la población desde hace más de un año".
Dicho reconocimiento es del todo inédito y el Foro Económico Mundial nunca antes había reconocido tal riesgo de forma expresa como lo hace ahora. Aunque no es el primer organismo económico internacional que reconoce la realidad de la situación de riesgo potencial a este respecto.
La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, integrada por 34 Estados miembro) tras un informe monográfico en 2011 sobre el clima espacial también declaró el riesgo de tormenta solar extrema como uno de los cinco grandes peligros potenciales para la humanidad y reconoció la necesidad de prevenirlo adecuadamente, en la misma línea que había venido haciendo NASA, o la Organización Meteorológica Mundial; particularmente desde que la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos elaborase en 2008 el que sería el primer gran informe internacional en esta materia, alertando a la comunidad internacional.
Sin embargo, desde entonces, y tras cinco años de advertencias de la seriedad de las referidas y desde todo tipo de sectores institucionales y científicos, incluida la Comisión Europea o Naciones Unidas, casi todo sigue por hacer en la mayoría de los países, con apenas un puñado de excepciones.
Una de ellas es Estados Unidos, dónde en febrero de 2010 tuvo lugar en Boulder, Colorado, el primer gran simulacro atlántico de tormenta solar extrema organizado por FEMA y NOAA, y con la participación de la Comisión Europa y varios gobiernos de nuestro entorno, pero entre los que no estuvo España pese a haber sido invitada, no dando, de hecho, inicio los esfuerzos españoles en esta materia hasta finales de marzo de 2011 con las Primeras Jornadas Técnicas sobre el Clima Espacial organizadas por el Ministerio del Interior y la Dirección General de Protección Cvil y Emergencias y la creación del Observatorio del Clima Espacial y el Sistema de Alerta Civil para el EMP (SACE) apenas unas semanas después, el 16 de Abril de 2011 con lo que poco a poco fue abriéndose camino la comprensión de este nuevo riesgo natural entre distintas instituciones españolas y la propia ciudadanía.
En Estados Unidos todas estas acciones se verían seguidas, además, del simulacro militar "En la oscuridad" ("In the Dark"): "Planificación Militar para un Evento Catastrófico para las Infraestructuras Críticas", llevado a cabo en la Academia de Guerra por parte del Comando Norte del Ejército de los Estados Unidos con la participación conjunta de los principales expertos civiles en la materia y, meses después, tendría lugar el primer gran simulacro nacional desde el Capitolio de los Estados Unidos después del cual Barack Obama terminaría reconociendo formalmente las tormentas solares como una de las grandes "amenazas para la seguridad nacional de los Estados Unidos" en la actualidad siendo mucho más recientemente el gran simularo de campo de "apagón continental" denominado "Grid EX II", un escenario nunca antes visto y en el que participaron no sólo autoridades de EEUU, sino también de México y Canadá.
¿Qué es, por tanto, lo que está sucediendo realmente con todo este nuevo riesgo global, cada vez más reconocido pero cuyas efectivas medidas preventivas no terminan de ser puestas en práctica?
Desde el Observatorio del Clima Espacial explican que "por mucho que el propio Foro Económico Mundial ratifique y reconozca ahora lo ya tantas veces reconocido - que el riesgo natural del clima espacial en sus dos vertientes de máxima o mínima actividad es un riesgo muy real -, el hecho es que "las instituciones se muestran principalmente aturdidas, desbordadas, ante un riesgo de esta magnitud e implicaciones".
"Y ello es así porque, realmente resulta difícil hasta pararse a reflexionar sobre el hecho de que éste pueda ser un riesgo tan cercano, y que todo esto, realmente, está pasando y puede llegar a desencadenarse de verdad, por lo que se tiende a producir una suerte de mecanismo psicológico de
LA IDEA DE DIOS.http://laideadedios.blogspot.com.ar/ |