A pesar de todos los avances científicos, la memoria humana sigue siendo un gran enigma,
un misterio cuyos fascinantes mecanismos no siempre podemos explicar.
Los mecanismos que pueden convertir a una persona en un genio o destruir
su vida por completo, que pueden hacer que un día se despierte hablando
en otros idiomas pero no recuerde su nombre, hacer que uno olvide a su
propio hijo y otro no deje de recordar los momentos más dolorosos de su
vida. Les presentamos algunas de las historias que demuestran las
increíbles capacidades de esta función de nuestro cerebro.
Despertarse 17 años más joven
Uno de los casos curiosos es el de Naomi Jacobs, una mujer británica que una mañana de 2008 se despertó convencida de que tenía 15 años,
cuando en realidad tenía 32. La mujer, que relata su experiencia en el
libro 'Forgotten girl', no reconocía la casa, ni la habitación en la que
estaba ni siquiera a su propio hijo.
Al
abrir los ojos, Naomi Jacobs se levantó y se acercó al espejo. No
reconoció su imagen reflejada ya que veía a una mujer con arrugas en vez
de a una chica de 15 años que se preparaba para hacer los exámenes del
colegio.
Su último recuerdo era haberse quedado dormida en la litera que compartía con su hermana de adolescente, yen principio pensó que estaba soñando.
La sorpresa y el temor de Naomi aumentaron cuando a la habitación entró corriendo un niño y la llamó "mamá".
"Me encontraba en 'shock', en completo 'shock'", dijo Jacobs a la BBC sobre
el momento en el que vio a su hijo Leo, de diez años de edad. "Sentí
todo. Desde miedo hasta alegría de ver a este niño del que no tenía
recuerdo de dar a luz, pero que sabía que era mío porque se parecía
mucho a mí", explicó.
Tampoco recordaba otros momentos de su vida personal de
los últimos 17 años, como bodas o muertes, y las tecnologías modernas
como los teléfonos inteligentes o la televisión digital la tenían
perpleja.
Sin embargo, conservaba la memoria semántica, es decir, no había perdido hábitos como el manejo del coche y recordaba los números telefónicos que usaba con frecuencia.
"Estaba
convencida de que iba a volver a dormir esa noche y despertarme en
1992. Para mí no era real lo que estaba pasando", cuenta Jacobs.
Los médicos explicaron que su pérdida de recuerdos había sido causada por una rara forma de amnesia disociativa, un trastorno que se produce por el estrés o un trauma.
Pasadas ocho semanas, la memoria de Jacobs comenzó a recuperarse.
A
pesar de haber sufrido un estado de 'shock', Jacobs dice que está
contenta de haber tenido esta experiencia, que le permitió ver el mundo
de una manera diferente.
"Me siento muy afortunada en
ese sentido porque a la edad de 15 te imaginas dónde vas a estar a la
edad de 32 años, y luego cuando despiertas 17 años más tarde ves que tu
vida y el mundo no son como te los habías imaginado. Pero verlo todo de
nuevo con mis nuevos ojos de 15 años de edad me dio una perspectiva
fresca y nueva", explica la mujer.
Hablar otros idiomas sin recordar quién se es
Algunos habrán oído esas historias inverosímiles de personas que, tras un accidente, despiertan hablando idiomas extranjeros pero sin recordar quiénes son.
Sin ir más lejos, el piloto español de Fórmula 1 Fernando Alonso, que a finales del pasado mes de febrero sufrió un grave accidente durante el cuarto día del 'test' del bólido de McLaren en el Circuito de Cataluña, despertó hablando italiano y
pensando que aún estaba en Ferrari, su anterior escudería. Una vez que
el piloto fue evacuado en la ambulancia, poco a poco fue recuperando la
conciencia.
En este caso, se trata más bien de una leve amnesia provocada por el golpe que de una fuga disociativa, ya que Alonso es una persona acostumbrada a vivir bajo presión y a las situaciones estresantes, según explicó a Europa Press el neurólogo José Manuel Moltó, vocal de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Final trágico
En otra ocasión, un estadounidense que fue hallado inconsciente en su habitación de un hotel de carretera en California despertó sin recordar nada de su pasado y hablando únicamente en sueco.
Según todos los documentos que el hombre tenía, se llamaba Michael Thomas Boatwright y tenía 61 años. Sin embargo, este nombre no le decía nada al propietario de los papeles, que se identificaba como Johan Ek y parecía no hablar ningún otro idioma aparte de sueco.
Boatwright
no recordaba nada de su familia, no sabía cómo cambiar dinero, usar el
transporte público o buscar alojamiento temporal.
Según los registros públicos suecos, Boatwright vivió en Suecia de manera intermitente entre 1981 y 2003.
Las pocas cosas que recordaba estaban todas vinculadas a Suecia.
"Creo que recuerdo aquellas cosas porque son de un tiempo en el que me
sentía seguro y tranquilo, y mi psiquiatra está de acuerdo con mi
teoría", explicó el hombre.
A Boatwright le diagnosticaron amnesia global transitoria:
un trastorno que también es provocado por un trauma físico o emocional y
que puede ir acompañado de pérdida de memoria, viajes imprevistos y la
posible adopción de una nueva identidad.
El
hombre pasó cinco meses en el hospital y dos semanas en un albergue de
acogida para personas sin hogar, después de lo cual el Departamento de
Salud Mental del condado de Riverside le compró un billete a Suecia, creyendo que tendría más posibilidades de recuperación en un lugar donde hablara el idioma.
Aproximadamente
un año después del inicio de su amnesia, Boatwright concedió una
entrevista al periódico local 'Bohusläningen' en la que dijo, en sueco,
que había encontrado la felicidad en su nueva vida y que se sentía "como si hubiera vuelto a nacer".
No obstante, un mes después fue encontrado muerto en su apartamento en Uddevalla, ciudad donde trabajaba como entrenador particular de tenis. De acuerdo con el periódico 'USA Today', las autoridades suecas concluyeron que se trataba de un suicidio.
Cuando Twitter sustituye la memoria
El
estadounidense Thomas Dixon recuerda toda su vida hasta el 22 de
noviembre de 2010, cuando salió de su casa en Filadelfia a correr y fue atropellado por un coche. Tras diez días en coma, salió casi todo felizmente bien, salvo que el hombre había perdido la memoria episódica, escribe 'Esquire'.
Al igual que el personaje de Christopher Nolan en la célebre película 'Memento', a partir de entonces Dixon tiene que apuntar constantemente todo lo que le sucede,
ya que en su caso se trata de amnesia anterógrada, que no permite que
el cerebro cree nuevos recuerdos: el conocimiento acumulado sobre el
mundo y él mismo permanece, pero lo que sucede después del día del
accidente el cerebro lo fija fragmentariamente.
Pronto, Thomas se dio cuenta de que la mejor herramienta de registro era Twitter. El
hombre creó una cuenta cerrada y comenzó a registrar minuciosamente en
decenas de mensajes diarios todos los detalles de su vida: reuniones,
eventos, las emociones, la comida y la bebida, lecturas, observaciones,
notas, chistes. Así,Twitter se ha convertido en una memoria virtual de pleno valor.
Los tres últimos años de la vida de Thomas están concentrados en 22.000 'tuits'. Su terapeuta opina que se le ocurrió una forma impresionante para
hacer frente al problema, y que podría ser utilizada por otros
pacientes con el mismo diagnóstico: incluso si Thomas no recuerda la
respuesta correcta, sabe cómo encontrarla.
No olvidar nada, ¿don o maldición?
Y ahora imaginése la situación inversa: que recuerda cada detalle de su vida.
Una noticia del periódico que leyó hace tres años y su desayuno hace
cinco, los cumpleaños de todos sus parientes y dónde ha dejado las
gafas. Parece útil, aunque increíble, ¿no?
Pues
se trata de un trastorno psicopatológico real, aunque sumamente
infrecuente, denominado 'hipertimesia' y conocido también como
'hipermnesia', 'síndrome hipermnésico', o 'memoria autobiográfica
altamente superior' (HSAM, por sus siglas en inglés).
Las personas que padecen este síndrome recuerdan acontecimientos de su pasado al completo detalle.
En todo el mundo hay apenas 20 casos oficialmente diagnosticados de HSAM, casi todos en EE.UU.
Robert Petrella, que vive en Los Ángeles, es uno de estos casos. El hombre relató a BBC Mundo que recuerda con la misma claridad la llegada del hombre a la luna en 1969 que la elección de Barack Obama en 2008, y que aprovecha su inusual capacidad tanto
en la vida (recuerda cumpleaños y aniversarios y nunca utiliza la
agenda telefónica) como en su trabajo de productor televisivo para
documentales de History Channel y Discovery Channel.
Sin embargo, no todos los que poseen supermemoria gozan de su condición de biblioteca con patas.
Este es el caso de Jill Price, una mujer estadounidense que se convirtió en la primera persona del mundo a la que se le diagnosticó hipertimesia.
De hecho, fue ella la que contactó con un grupo de especialistas porque no soportaba más el constante proceso de evocación,
que incluía detalles de los momentos más tristes de su vida, como el
día de la muerte de su marido o cuando su madre la criticó por su
sobrepeso.
"Es imparable, incontrolable y totalmente agotador… Los
recuerdos vienen, simplemente llenan mi mente. No están bajo mi control
consciente y, por mucho que quiera, no puedo detenerlos", confiesa la
mujer en su libro autobiográfico 'La mujer que no puede olvidar'.
No obstante, según el experto en memoria James McGaugh, neurobiólogo de la Universidad de California en Irvine, la mayoría de sus pacientes perciben su excepcional memoria como un don y dicen que no lo cambiarían por nada.
"El
manejo de la situación depende del carácter de cada individuo y las
relaciones familiares u otras cercanas que tengan, no hay un único
patrón aunque a veces las interacciones pueden ser complicadas", explica
el especialista.
En la elaboración del material se han utilizado imágenes e infografías creadas por RT, información de Wikipedia.
Redactado por María Lekant