Un post en Disinfo (uno de los mejores sitios de Internet) provoca a los fanáticos de la teoría de la conspiración Iluminati con un episodio del Pato Donald en el  ”Mundo de la Matemagia”. Aparentemente este episodio habría pasado desapercibido de la web conspiranoica que afirma que Disney es la cuna de la programación mental mundial (Monarch, MK Ultra, etc.),  pese a que hace referencias a las matemáticas sagradas de Pitágoras y a los mundos platónicos, que supuestamente son sello de los iniciados masones. Un canto mágico a la ciencia… que seguro debería de ser fruto de la programación positivista Iluminati. 
 
No es mi intención discutir la masonería de Walt Dinsey, sus supuestos vínculos nazis, los mensajes esotéricos ocultos en sus caricaturas ni demás teorías (algunas con ciertos fundamentos), mi interés es compartir el sincero deleite que me causó ver este episodio. El deleite de otro tipo de “quackery”: la genial voz laringal del Pato Donald sorprendido al entrar a las cámaras ocultas, en un viaje estilo Alicia en el País de las Maravillas, sólo que propulsado ahí por la voz de un espíritu o la vibración de una octava en la noche de su mente…quejándose como siempre con su entrañable y encantadora voz que deconstruye las estructuras de lo real.
 
Donald en el Mundo de la Matemagia tiene el inigualable placer de conocer a Pitágoras, el gran iniciado de las matemáticas cósmicas que lo enrola a su sociedad con un apretón de manos mágico en el que le pasa el símbolo del pentagrama. Así Donald aprende que dentro de esta figura yace el número áureo. Luego Donald observa esta misma proporción en la arquitectura de edificios como el Partenón o la Catedral de Notre Dame. En la mejor parte, el Espíritu le muestra a Donald la relación de esta forma ubicua en la naturaleza (aunque al parecer Donald no tiene un cuerpo perfecto, en la raíz dorada): en una petunia, en un flor de jazmín estrella, en una estrella de mar, en caracoles (la espiral se repite y Donald es iniciado a lo que el espíritu llama “la sociedad pitagórica de las estrellas”).
 
Después de entender “el sistema diamante” y observar la relación de las matemáticas con la música, el futuro y juegos como el ajedrez, el billar o hasta el beísbol, se escucha la voz del Espíritu que, en palabras de Galileo, le dice al Pato Donald: “las matemáticas son el alafabeto con el que Dios ha escrito el universo”.